Modelo de consultoría desarrollado para facilitar la identificación del nivel actual de la madurez organizacional, considerando la forma de gestión de las áreas operativas, las fortalezas y debilidades de los Recursos Humanos en relación con sus conocimientos y experiencias, la adopción de las estrategias del negocio, los niveles de eficacia y eficiencia, y la aplicación de tecnología.
La evaluación se encuentra orientada a definir el nivel necesario para lograr mejoras en los tiempos de respuesta, los flujos documentales, la integración con clientes o proveedores, y el incremento y mantenimiento de la calidad en los productos y servicios.
La medición de la Madurez Organizacional se ha convertido en un factor fundamental para lograr que las implementaciones de temáticas fundamentales en la gestión actual, como por ejemplo la Automatización robótica de procesos (RPA), la Transformación Digital (TD), la Inteligencia artificial (AI), los Flujos Documentales (FD), entre otros, sean exitosas y colaboren directamente con la expansión de la empresa.
Madurez Operativa: Orientados a la evaluación de la eficacia y la eficiencia de los procesos de soporte al negocio, generando “mapas de gestión” que faciliten la definición e implementación de indicadores para lograr la mejora continua (actualización y ejecución de los procesos, adaptación de tecnologías, orientación a la calidad, aplicación de innovación).
Madurez Estratégica: Comprobar la alineación de las áreas operativas a la estrategia del negocio, facilitando la identificación temprana de los desvíos que no permitirían cumplir con los objetivos relacionados a la visión, la misión y las capacidades de mantenimiento y expansión del negocio. Involucran las priorizaciones de ejecución de proyectos o programas de acuerdo con los cambios internos y del mercado.
Madurez de la Gestión de la Toma de Decisiones: El “triángulo básico de gestión” se compone de Agilidad, Eficiencia y Calidad.
• Agilidad, para garantizar la entrega de productos y servicios de acuerdo con la demanda;
• Eficiencia, para concretar los objetivos de rentabilidad del negocio;
• Calidad, indispensable para lograr la diferenciación de la competencia, contemplando los planes de acción para las contingencias y sosteniendo las actividades de mejora continua.