Actualmente y como nunca antes, el cambio organizacional se ha convertido en “constante”. La capacidad de adaptarse a la evolución (del negocio, la tecnología, los RRHH y los ámbitos en los que las empresas generan y comercializan sus productos y servicios) es una cuestión diaria en la gestión operativa.
Conceptos como flexibilidad, agilidad, eficiencia en las implementaciones son valorados tanto o más que los propios productos o servicios que se ofrecen en el mercado, y las condiciones de competencia obligan a las empresas a acelerar sus procesos de aprendizaje y adopción. Frente a este escenario, la Gestión del Cambio es el proceso mediante el cual se pueden minimizar los costos que involucra la adopción de los cambios, maximizando las ventajas y oportunidades. Asumir adecuadamente la transición (entre las definiciones iniciales, las decisiones y las “puestas en marcha”) es la características más importante de la Gestión del Cambio.
El modelo Adviserit de la Gestión del Cambio incluye características de varios modelos (ocho etapas de Kotter, ADKAR, 7S de McKinsey), pudiendo resumirse en los siguientes ejes de ejecución:
• Medición de las sub-culturas de las áreas involucradas
• Homologación de los objetivos
• Evaluación, asignación y planificación de recursos para producir el cambio
• Comunicación eficiente y retroalimentada
• Acompañamiento en la implementación y los procesos de soporte del cambio
• Estrategia para la mejora continua